Carnaval de San Juan Yolotepec

En colaboración con Rutas Mixteca

El carnaval de San Juan Yolotepec es uno de los más tradicionales de la mixteca oaxaqueña. Ha sido celebrado desde 1911 y representa la lucha entre el bien y el mal a través de la danza de los Chilolos. Ubicado al norte de la ciudad de Huajuapan de León en el estado de Oaxaca, San Juan Yolotepec es uno de los municipios en donde esta tradición se mantiene viva siguiendo estrictos códigos que han permitido que la celebración se conserve fiel a sus raíces.

Los Chilolos viejos, vestidos de sombrero negro, saco negro y pantalón de vestir; representan el bien. Los Chilolos jóvenes, que llevan una vestimenta colorida, huaraches con calcetas largas y una corona de carrizo forrada de un pañuelo rojo adornada con espejos, cascabeles y listones de colores; representan al mal.

Inicia la fiesta

El carnaval de San Juan Yolotepec se lleva a cabo desde el domingo anterior al miércoles de ceniza de cada año. Los Chilolos viejos salen a anunciar el carnaval y pedir a los pobladores que limpien sus calles ya que van a recibir a sus hijos para alegrar la comunidad. Posteriormente, el lunes se ingresa el permiso para realizar la danza a la autoridad municipal. Simbólicamente se encarcela a un Chilolo viejo por el escándalo del domingo. Ese mismo día se lleva la imagen del Divino Rostro a la iglesia para que esté lista para el carnaval. El martes, La fiesta da inicio después de que los danzantes piden permiso al Señor del Divino Rostro en la iglesia de la población alrededor de las 4 de la mañana, aunque es posible escuchar a los Chilolos jóvenes gritando de alegría desde la noche anterior.

El Carnaval

Los danzantes recorrerán las calles del pueblo al son de la flauta y el tambor, para danzar en más de 100 casas durante todo el día. Es un carnaval que comienzan danzando con el cuerpo y terminan con el corazón, pues es una faena impresionante de más de 20 horas de danza y caminata casi ininterrumpida. No pueden quitarse el traje o la máscara ni abandonar el recorrido. A pesar de esto, la danza de los Chilolos es una increíble muestra de entrega, fe y júbilo, en donde resalta la alegría, pasión y hermandad de los danzantes y de toda la población.

Es común que los Chilolos tengan dificultades por el esfuerzo físico, pero ni eso los detiene. Si algún Chilolo sufre un calambre, recibirá un masaje con aguardiente y continuará danzando hasta el final del día. Los músicos también sufren calambres, por eso hay varios de ellos que se turnan para que la música nunca se detenga.

El primer desayuno es en la casa del mayordomo, por ahí de las 3 ó 4 de la mañana. Iván Flores, el Mayordomo este año, nos cuenta que cada año comienzan más temprano pues hay más casas que visitar pues la población ha ido creciendo.

La segunda comida importante del día es de nuevo en casa del mayordomo y generalmente es la más sustanciosa. Aquí los Chilolos tienen un poco de tiempo para descansar antes de reanudar con el recorrido. Dado que para comer necesitan quitarse la máscara revelando su identidad, muchos de los Chilolos jóvenes cambiaran de atuendo o de máscara para seguir permaneciendo anónimos ante los Chilolos viejos.

Los Chilolos van recibiendo otros alimentos y bebidas a lo largo del recorrido para resistir la extenuante jornada. En cada visita ellos pueden recibir fruta, refresco, aguardiente, café o pozole; todo depende de las posibilidades de los anfitriones que los reciban. Como parte de la tradición, dichos anfitriones reciben la bendición de los Chilolos viejos y dan una cooperación al carnaval que es registrada por la mayordomía de la fiesta.

La Muerte

Al caer la noche, ya prácticamente al terminar el día, se da la danza final de “La Muerte”. Los Chilolos jóvenes harán dos filas en pareja a lo largo de la calle, cruzando sus palos con el Chilolo de enfrente en una especie de corredor para que los Chilolos viejos pasen por el centro, golpeando con fuerza sus palos, con unos de mayor tamaño y peso. La tradición dicta que el Chilolo que por cansancio o descuido deje caer su palo, será el que “muera” simbólicamente y se convertirá en el mayordomo del carnaval el siguiente año.

Habiendo muerto el mal, el carnaval termina con el agradecimiento del nuevo mayordomo y el resto de la población hacia al Señor del Divino Rostro, para que a partir del primer minuto del miércoles de ceniza el bien llegue a la comunidad.

Agradecimientos

A la Mayordomía y a las autoridades municipales de San Juan Yolotepec por la autorización y facilidades brindadas durante el carnaval.

A Enrique y Gude de Rutas Mixteca, por su amistad, atenciones y su complicidad en esta aventura por la mixteca oaxaqueña.