Fiesta Grande de Chiapa de Corzo – La Leyenda
Doña María de Angulo, la Chuntá y los Parachicos: el origen de la Fiesta Grande de Chiapa de Corzo.
Cuenta a leyenda que, en épocas de la conquista, una adinerada española, María de Angulo, buscaba la cura para su pequeño hijo de 7 años que sufría una extraña enfermedad que le paralizaba las piernas. Visito Chiapa pues se rumoraba que ahí residían los mejores brujos o curanderos. Hizo un largo viaje, ya que se cuenta que vivía en Centroamérica. Cuando llegó, se dio cuenta que los habitantes estaban escondidos ya que temían ser esclavizados por los españoles.
Durante varios días buscó y buscó hasta que encontró una persona que le dijo: es imposible comunicarse con los médicos, ni los podrá ver porque temen bajar al pueblo, pero lleve a su hijo y báñelo 3 veces al día durante nueve días en las aguas del Cumujuyú y su hijo se curará. Dicho esto, se alejo lo más pronto posible sin dar alguna explicación.
Doña María, sin más reparo, se traslado al rio indicado para seguir el consejo de aquella persona que se escondió en el anonimato. Una vez que terminó el tratamiento indicado, se regreso a su tierra, para ver con gran sorpresa que su hijo ya podía caminar y mover los brazos. Llena de alegría y sin saber a quién agradecer, envió a sus criadas a Chiapa a repartir fruta de casa en casa. Este gesto de nobleza es lo que dio el origen a la Chuntá, en la que comparsas salen cada 8 de enero para conmemorarlo.
A su regreso, sus criadas, le comunicaron la terrible situación en la que se encontraba el pueblo, ya que el pueblo que era azotado por una gran hambruna, producto de la sequía y la ausencia de campesinos que trabajaran la tierra por miedo a los españoles. Sabiendo esto Doña María de Angulo envió a sus sirvientes nuevamente, pero ahora con arroz y carne seca para realizar unas cofradías que persisten hasta la actualizad, ahora llamada Comida Grande en la que se sirve puerco con arroz y pepita con tazajo. Los locales al enterarse, se las ingeniaron para tallar unas mascaras de madera para asemejarse a los españoles y con ixtle simulaban sus bisoñes (ahora monteras) para simular su cabellera rubia. Se cubrían con zarapes y se escabullían al pueblo para disfrutar de la comida ofrecida. Doña María que aun no sabía cómo ni a quién agradecer, volvió al pueblo para ofrecer monedas de oro en cada esquina. La gente empezó a abarrotarse para recibir las dádivas que empezaron a abochornar al niño, a lo que su nana, una negra robusta les decía “Para chico, pa todos hay”, lo que derivó en el nombre del hoy Parachico.
Desde entonces el pueblo celebra este acontecimiento en conjunto con la celebración a sus santos, en la famosa Fiesta Grande de Chiapa de Corzo, desde el 8 de enero, con el anuncio de la Chuntá, hasta el 23 de enero donde los Parachicos hacen una promesa para agradecer y sobrevivir al año siguiente. Los Parachicos salen el 15, 17, 18, 20, 22 y 23 de enero, siendo el 20, el Día de San Sebastián Mártir, el más importante. El 22 se hace un desfile de carros alegóricos en donde en el último carro, una de las señoritas más simpáticas del pueblo, representa a Doña Maria de Angulo y va repartiendo monedas pintadas de oro, dulces y besos.
Basado en leyendas de GRECO, en memoria de Evenicio Estrada, Conrado Coutiño y el Profesor Mariano Velasco Q.E.P.D. Texto ubicado en casa de Don Arturo Cruz Ruiz, fechado en Chiapa de Corzo, Enero de 1978.